4 ene 2010

POEMAS DE ALEJANDRO MEDINA (APURUNKU)


Hierbita de hojas luna

“Porque te quiero quieres olvidarme

ay mi corazón olvidar no puedes...

Jaime Guardia

Me voy mañana

¡hierbita del monte

hierbita de hojas luna...!

Cogeré

aquel camino inacabado

caminito de cabuyales desolados

que abrazarán en su ardor

mis fatigadas huellas.

Cogeré

aquel camino entristecido

caminito de cuyas despedidas

se precipitarán después

los pezones del desierto

en los amargos de mis resacas.

Pasado el día

tus ojos

ya no los veré.

Más tarde las noches

se convulsionarán por los rincones

sin luna clara en tu arrullo.

¡Ay pasionarias de huerto ajenjo

bajo tu sombra

encargo mi huayno...!

Retamita de común alegría

en tus bosques

mis sueños de alfarero.

Me voy mañana

¡hierbita del monte

hierbita de hojas luna...!

Cogeré

aquel camino curvo

camino grande

sin media vuelta.

Y estos labios míos

pronunciarán tu nombre

en la inmensidad

y cantarán las horas dolientes

como los tuyos.

Y tus ojos

en la distancia

lloverán cascadas

como los míos.


DE PÚRPURA Y FUEGO

A Tiaparo

Cheqollo gigante

entre

cactus y jazmines.

Rocío de fuego

del

astro enamorado.

Relámpagos de puños

desde

Runco y Suparaura..

Amante aurora

sabor

al ataqo y minka.

Así es mi jallpa

de trigales

y capullos.

Así son mis verdes

de tocuyo

de iris.

Sinfonías de tinyas,

arpas y violines.

Así es mi dulce comarca

mi jallpa aymarina

de púrpura y fuego.

(Apu Runco – 1991 Pág. 53)

Aymaraes

Gregorio, Marciano y Sergio, los Amautas de Chalhuanca:

magia, color y tertulia del canto a las hierbas.

De ti

arcilla

unida

a mis columnas.

Grano de mis polvos

cóndor herido

piedra de fuego.

De ti

mis desbordes

mis cantos.

Como eres

tierra de hombres

eres tierra de dioses.

Frutal maduro

de prohibido lenguaje.

Enjambre misterioso

viento enamorado.

Aroma

de quinuales

plumaje de vicuñas.

De ti

relámpagos de trinos

desde mis llagas

de quinientas mil cárceles

a magnesio y suturas.

De ti

mis aguas

mis piedras

mis cataratas.


Alturas

Al amigo y compañero, Jorge Manuel Béjar

¡Coquita de arriba

corazón de almendra...!

deshierba

tus espíritus dóciles al desprecio.

Tanto tiempo

agachas la cabeza

y jorobas la paciencia

de tu espalda.

Mira lo que han hecho

de nuestros sueños.

Con nuestros propios esqueletos

han fabricado cárceles.

Han convertido

nuestros estómagos

en cementerios de pólvoras.

¿De qué sirvió

blanquear mariposas

y amamantar palabras

culpándonos al pecho

—de lo que jamás cometimos—

para luego vestidos de garzas

cantar eternidades

si después

el látigo

y el alacrán nos esperan...?

¡Coquita de arriba

corazón de almendra...!

Descarga

tus luciérnagas de escarchas

¡y vámonos a sepultar la noche...!

Hamhicha

«Por lo que fuiste, eres y serás siempre

la razón de las gaviotas por el horizonte...»

Con tu pollera al viento

maranganí

a la medida

¡ay cinta morada

de acrisolado chumpi

tu pallai lliklla

al vuelo...!

Así nomás

has de llegar

por aquel caminito

como tarukas y pichiuchas

hasta mis cantos chacareros.

Allí, juntos danzaremos

entre peñascos

incandescentes

salpicados de molles

pajarillos perseguidos

palabras hechas

de capulí

y de surcos cañahuales.

Allí nomás

en la orilla del río

esperaré tu retorno

hasta el amanecer.

Por eso

ven a coger

mi sombrero

con tus juegos de vicuña.

Ven a beber

mis desiertos

con tus aguas

de trillas colibrí.

Con tu pollera al viento

maranganí

a la medida

¡ay cintita morada

morada cinta!

Así nomás

has de llegar

por aquel caminito

entre tumbos embrujados

a copular

tus ojos con los míos.

Y yo seré tu grano

tu rocío

tu relámpago.

Y tú serás

tierra húmeda

naturaleza rebelde

mi humanidad

¡mi conspiración!

Cheqollo

A mi madre: Hilda Bustinza Huillca

estación infinita, música del tiempo.

Cheqollito juguetón

gotita de sol

puñado de canto:

Anda y sujétale

de su bayeta de nogal.

Dile a Joseluchay

que retorne pronto

aquí... a sus flamencos pajonales

a su universo infinito.

Allá, no es buena la rosalera.

Allá, las penumbras rumian

ubres de lagartas

y la piel se joroba

en cada beso

de una hostia transfugada.

Cheqollito saltarín

chispita de monte arriba

domador de precipicios:

Anda y dile que vuelva

no es bueno el arenal.

Allá, dicen que todos claudicaron

ya nada queda

de sus cantos dulces quinuales.

Dicen, humanos están de quiebra

y yo quiero a mis polluelos

verlos jugar

brincando sobre mis rodillas

como chillikus bajo lluvia

derramando sus risas a los vientos

laceadores de truenos ariscos.

Cheqollito anunciador

ya no repiques margaritas

¿Qué saben los injertos

de primaveras y maizales...?

En vano imploras que vuelvan.

Allá dicen, fueron resquebrajadas

sus clavículas de mazorcas

en millones de tugurios marginales.

Sus entrañas

en sorbos amargos de cafés.

En zozobras y cárceles

sus inocencias...

¡él ya no volverá...!

Deja ya de mojar la tarde

sacude tus alas

tus paciencias.

No más pesares

en el pecho del corpiño.

Con lamentaciones de palomas

el trigo jamás sonreirá

en los labios comunes de las mesas

y yo quiero a mi Joseluchay

deshierbando miopías

triturando látigos

de las risas oscuras.

Cheqollito madrugador

ya no cantes despedidas.

Hoy mismo

al final del invierno

danzaremos a barbechos

a fuelles

al crujir de takllas

y verdes cañaverales.

Que vengan las cascadas

los geranios

que vengan todos aquí.

Apaga tu llanto

el río está furioso.

Allá, han despedazado

en mil calumnias

las polleras de Celedonia

y Virginiacha.

Pero deja ya de mojar tu pecho

¡él ya no volverá...!

¡ Ay cheqollitoy cheqollitoy !

Inicia tus alas doradas

tu retorno

tu norte.

Por los que amaron la tierra

y sembraron la vida.

Por las ojotas incineradas

y palabras silenciadas

en plena primavera.

Por las montañas ensombrecidas

en cementerios de claveles

y margaritas.

Por las gaviotas

y las estrellas de ojos azules.

Por el día inmenso

apaga tu llanto

enciende tu poncho.

Abre esa puerta de larga espera

prepara tus parajes

tus cascabeles al viento

que Joseluchay en madrugada

sobre sus huellas hechas de fuego

ha llegado con sus ojos diáfanos…

¡Abre ya tus brazos totorales!


Alejandro Medina Bustinza

Hice mis estudios superiores en las universidades del Cusco y Huacho. Postgrado en la Universidad Nacional de Educación Enrique Guzmán y Valle, la Cantuta, maestría en “Didáctica de la comunicación” y trabajo como profesor de aula en el I.E. 5082 Sarita Colonia Callao.

En 1997, Ministerio de Educación, resulté ganador del concurso nacional de Literatura Infantil Regional Lima - Callao, en narrativa; con el cuento” Camino a mucayu”. Empecé a escribir leyendo Julio Verne “Capitán de 15 años”, y escuchando las melodías andinas de arpas y violines.

Obras publicadas:

“El despertad de los míos” poesía, 1988

“Apu Runco” poesía y narración, 1991

“Conversaciones desde Tiaparo” epístola y cuentos, 1994

Coautor de “Despojados” 1998; y “6 poetas peruanos” 2001, poesía AEDOSMIL.

“Ojos tocuyo” poesía, 2004.

“Brevísima antología personal” poesía, 2006

“Se prohíbe estar triste” algunas técnicas pedagógicas para crear y escribir poesía, 2008

“Camino a mucayu” y otros cuentos, 2008.

“El vuelo de la palabra” Sobre el lenguaje, el libro, la lectura y la comunicación. Entrevista y artículo 2009


Celular: 01- 998779560

Domicilio: Manzana “V “ lote 15 - 2do. sector , A.H. Sarita Colonia – Callao- Perú.


1 comentario:

  1. Todo un legajo de letras que se van encumbrando por el infinito verbo de tus mejores inspiraciones en este camino de pasión literaria.

    Un placer conocer tus letras, mis felicitaciones.

    Lucy Martínez Z.

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